Con su Programa de Asesoramiento de Empresas Agroalimentarias han pasado proyectos lucenses como A Carqueixa, Terras da Mariña, Innogando, Traloagro, Hortícola Javier Miranda… y este año regresa con una nueva convocatoria para seleccionar aquellos emprendedores que pueden necesitar formación, asesoramiento o quiera crecer en alguna nueva línea de negocio o con el marketing. La responsable del programa en la fundación Juana de Vega destaca que hay sectores todavía con mucho potencial o desaprovechados y que merecen oportunidades tanto en el ámbito agroalimentario como el forestal o el pesquero.
Van doce ediciones, supongo que cada vez afinarán más con los perfiles.
Los tutores y asesores del programa cada año van conociendo más los sectores y aunque nunca son proyectos iguales ni parten de la misma base, si viene uno con castañas, aparecerá otro parecido que necesite ayuda sobre el sistema productivo o con el mercado, por ejemplo. En esa experiencia y especialización creo que somos un programa único en el apoyo a emprendedores en Galicia.
El ámbito agroalimentario es el que más tirón tiene, lógicamente.
Trabajamos con la producción primaria y la transformación o comercialización pero lo tenemos abierto a proyectos forestales o del ámbito marisquero y pesquero. Incluso a las tecnologías y servicios que dan apoyo a estos sectores en el rural como pueden ser la digitalización o los drones. Pero es cierto que relacionados con el mar tuvimos alguno de conservas, pero poca cosa y en lo forestal, apenas empresas de servicios.
¿Qué empresas se consolidan al cabo de tres o cinco años?
En la encuesta que hicimos, el 60% de las empresas de los emprendedores que comenzaron con nosotros continúan hoy con el proyecto. Y al pasar por la fundación Juana de Vega también hemos contribuido a generar empleo y se contrató a 46 personas después de pasar por el programa. Es significativo que 8 de cada diez lo recomienden a otras personas y son prescriptores para captar a nuevos candidatos cada año.
¿Cómo sale representada Lugo en las 12 ediciones que hubo hasta ahora?
Por cercanía son más de la provincia de A Coruña (45%) pero 28 emprendedores, el 30%, son de Lugo, el 20% de Pontevedra y un 12% de Ourense. La modalidad de emprendimiento la hemos tenido desde el inicio y en la sexta ya incluimos la de crecimiento y consolidación al ver que ayudábamos a muchas empresas a lanzar el negocio pero luego necesitaban consolidarse para ser rentables. Ofrecemos un asesoramiento específico al modelo de negocio que se quiere desarrollar.
¿Qué demandan las que ya venden?
Solucionar algún aspecto concreto como revisar su visión estratégica, hacer un plan de marketing y mejorar la comercialización, abrir un nuevo mercado o línea de negocio, revisar planes financieros… algo que es más personalizado, dependiendo de los retos. Seleccionamos a un máximo de seis emprendedores en una modalidad y seis en la otra.
¿Puede destacar ejemplos lucenses?
En la primera edición tuvimos proyectos de éxito que prácticamente nacieron con nosotros como fue el liderado por una mujer en una spin off del Campus Terra de la USC. Es Tastelab, con Maruxa Quiroga García, una empresa de tecnología de análisis sensorial de productos agroalimentarios. Ella ya había sido becaria previamente con nosotros para investigar fuera y ahora Tastelab es una empresa con diez empleados que trabaja incluso a nivel internacional con grandes empresas que quieren sacar un nuevo producto al mercado y necesitan confirmar que el consumidor lo valorará. Es una empresa de servicios vinculada al sector agroalimentario muy interesante y está consolidada.
Sobre el terreno también prestaron apoyo a otros emprendedores.
Sí, en el caso de Fabas de Lourenzá, José Cuadrado ya pasó dos veces por el programa. La primera como emprendedor y también para crecer y consolidarse, ayudándole a definir el modelo de negocio de la cooperativa de cara a la venta de la faba. Y pasó por aquí Román Sánchez Besteiro, de A Carqueixa, cooperativa de Cervantes que tiene O Sabor dos Ancares para producir ternera gallega. Es un modelo de éxito único en Galicia en la venta online de sus productos y estamos muy orgullosos ya que su modelo de negocio salió de la quinta edición.
La ganadería sigue con un papel preponderante en la provincia.
También podemos citar a Traloagro, una cooperativa con carnicería propia en Friol y también pasó por aquí Innogando, empresa de servicios para monitorizar ganado en extensivo y Elio López también la ha hecho bastante reconocida. Además, As Vacas da Ulloa es una empresa cooperativa que envasa leche ecológica procedentes de dos granjas de esa zona y tiene la marca Sen Máis. Y en el caso de algún emprendedor como Juanjo Fraga, en Alfoz, tiene una ganadería bastante grande y ya pasó por aquí para asesorarse en la puesta en marcha de una quesería, en cuyo proyecto ya tiene avanzadas las instalaciones.
¿Podemos decir que a veces los proyectos también siguen modas? Quesos, setas, castañas…
El de las castañas es un recurso que está en gran parte del territorio gallego y que en muchos casos o se está malvendiendo o no se le saca un rendimiento económico pero sabemos que hay mucha demanda a nivel internacional y que hay empresas de castañas que a veces incluso las tienen que comprar fuera de la comunidad. Esa oportunidad está en el territorio y proyectos como el ourensano Souto da Trabe le han sabido sacar provecho con productos gourmet.
Proceden de la primera edición pero hemos tenido incluso una pareja de Mallorca que compró casa y souto y querían hacer transformación para darle valor añadido, aunque emprender en el agro tenga ciertas dificultades y un proceso lento para hacerse con las tierras, saber producir, escalar la producción, llegar al cliente y que este lo pague a un precio rentable. A veces un proyecto de setas, con shitake en castaños, se combina con turismo rural.
¿Qué nuevas oportunidades hay?
Le vemos potencial a sectores como los frutos rojos, por ejemplo, con algún proyecto grande pero todo aquello vinculado a una producción sostenible, ecológica, cada vez se valora más en el mercado. La especialización en canales cortos funciona y cuando tuvimos la pandemia y ve las consecuencias de las guerras, aprecia más la disponibilidad de productos locales, un aprecio que cada vez se valora más en la producción hortícola.
Mucha fruta gallega ni se recoge…
El sector frutícola tiene mucho potencial pero está poco desarrollado si no es algo de producción de manzana para sidra o proyectos como Zumiño que mezcla zumos de diferentes tipos de manzana y hemos tenido un productor de limones en ecológico que le va muy bien en Tomiño y está pensando en comprar parcelas en Portugal. Tienen sinergias entre ambos pues a veces en el programa de emprendimiento creamos una especie de familia y colaboran. Fabas de Lourenzá y Cienporcel están creando un plato preparado con base de fabas y carne de porco celta. La colaboración entre empresas es fundamental para el éxito de un proyecto y diferenciar los productos.
Fuente: El Progreso